Ahora, con el corazón abierto, repite en voz alta:

Bienvenida, amada/o.
Eres esperada/o con amor, recibida/o en dulzura, en éxtasis y en gracia.
Hoy te bendigo, aquí, en este espacio sagrado.

Eres una bendición en el nombre de todo el planeta tierra,
de todos los tiempos,
de toda la vida.

Bendigo tu nombre, aunque aún no lo conozca.
Bendigo tu esencia, tu divinidad, tu diseño sagrado.
Bendigo tu vibración única y tu autonomía energética.
Te bendigo en la luz, en la vida y en tu expresión.

Que tu ser divino se exprese libremente en este mundo.
Aquí eres bienvenida/o
Aquí eres recibida/o
Aquí eres amada/o

(Respira profundamente, y siente tu vientre expandirse con cada palabra).

Recuerda, mi amor,
hay recursos disponibles para ti,
para cuidarte, sostenerte y guiarte en tu caminar por esta vida.

Te veo.
Te conozco, pequeña/o.
Eres magnífica/o.
Eres amada/o.
Siempre.

Las estrellas se alinearon para ti desde el primer suspiro del deseo que te llamó. Desde tu concepción hasta este instante presente… hasta tu nacimiento, tu vida y hacia el infinito.

Tu tribu, tu familia de alma, tus hermanos, hermanas, compañeros de camino, todos te esperamos con alegría, gracia y amor.
Estamos deseando conocerte, sentirte, celebrarte.

Te amo.
Eres amada/o
Eres escuchada/o
Eres sentida/o
Te veo.
Siempre.

Tu vida se abre con facilidad.
El camino está lleno de señales y tesoros para guiarte.

La Tierra te recibe.
La humanidad te recibe.
Los animales, las plantas, los cristales… todos te reciben.

Tus ancestros te reciben.
Tu yo del futuro te espera con los brazos abiertos.
Tu vida te acoge.

La gran red de la vida te reconoce, y te da la bienvenida
y te recibe con amor, siempre.

(Toca tu vientre con ternura. Míralo. Respira y sonríe.)

Brillas con fuerza. Brilla tu verdad, camina tu verdad. Siempre.
Siempre.

Eres amor. Eres bienvenida/o en amor y con amor.
Toda la vida te ama. Y así es.

Y al latir tu corazón a través del tiempo y del espacio,
te escucho. Conozco tu nombre, como tú conoces el mío,
por siempre jamás.

En amor,
En unidad,
En cooperación.

Para cerrar el ritual:
1) Lleva las manos al corazón. Da las gracias a la Pachamama por sostener la vida.
2) Di en voz alta: Gracias, gracias, gracias. Así es, así será, así está hecho.
3) Puedes dejar que la vela se consuma en silencio o apagarla con reverencia