Crea un espacio sagrado – Encuentra un lugar tranquilo, preferiblemente cerca de una fuente de agua como un río, un lago o el mar. Si estás en casa, puedes usar un cuenco con agua o tomar un vaso con intención. También puedes encender tu vela de sirena o colocar elementos relacionados con el agua, como conchas marinas o piedras azules.

Respira profundamente – Cierra los ojos y toma varias respiraciones profundas. Con cada inhalación, siente la frescura y la pureza del agua llenando tu Ser. Con cada exhalación, suelta cualquier tensión o rigidez, permitiendo que el flujo del agua guíe tu energía.

Conéctate con la energía del agua del planeta Tierra – Visualiza ríos que fluyen, la lluvia cayendo suavemente, las olas del océano en movimiento. Siente cómo el agua en la Madre tierra recibe tu amor, como cada particula de agua se llena de luz y purifica. Siente la energia viva del agua en el planeta y en ti, esta energía de fluidez y vida también habita en ti, recorriendo tu cuerpo como un río interno.

Di en voz alta: “Agua sagrada, te honro” – Pronuncia estas palabras con devoción y gratitud. Deja que resuenen en tu corazón, sintiendo la conexión profunda con este elemento vital.

Siéntela en tu corazón – Coloca tus manos sobre tu pecho y siente la presencia del agua dentro de ti. Di en voz alta “Oceano interno te honro y valido, gracias por mostrarme el camino de la fluidez”. Recuerda que tu cuerpo está compuesto en su mayoría por agua y que su energía te sostiene, te limpia y te renueva.

Recibe su mensaje de sabiduría – Permanece en silencio unos momentos, permitiendo que el agua te hable. Puede ser a través de una sensación, una imagen, una emoción o una palabra que llegue a tu mente. Confía en el mensaje que recibas.

Cierra el ritual con amor – Toca el agua con tus manos o bebe un sorbo con conciencia, sintiendo su energía viva dentro de ti. Cuando estés listo/a, respira profundamente y abre los ojos, llevando contigo la fluidez y la sabiduría del agua.